LA CRUZ

La Cruz representa gran parte de la existencia. Cada amanecer trae consigo un potencial de acontecimientos sobre los cuales no tenemos control. La vida nos otorga momentos de gozo, placer, y significado. No obstante, estar vivos es también lidiar, sea por designio de Dios o por consecuencia de nuestras acciones, con ineludibles dosis de dolor y sufrimiento, con valles de sombras y muerte.

La cruz es:

  • Estar sometidos a tiempo y espacio y cuerpos limitados.

  • Sufrir accidentes o ser víctimas de los desastres de la naturaleza.

  • No poder hacer uso de alguno de nuestros sentidos.

  • Envejecer.

  • Enfermarnos de la mente: depresión, ansiedad, demencia o locura.

  • Enfermarnos del cuerpo: dolor, condiciones crónicas, enfermedades incurables.

  • No poder superar un vicio.

  • La maldad dentro de nosotros (la serpiente en el jardín – eterna enemiga de Dios y del hombre). 

  • Vivir encerrados en una carne maldita.

  • El peso de los errores del pasado.

  • Ser traicionados por un amigo o traicionar a alguien.

  • Experimentar la muerte de nuestros seres queridos.

  • Estar siempre expuestos a morir bruscamente.

  • La constante incertidumbre de no saber qué va a pasar hoy.

  • Un divorcio.

  • Ser víctimas de la escasez: no poder proveerles sustento y abrigo a nuestras familias.

  • Depender de otra persona que no nos ame.

  • Estar presos.

  • Vivir en un país donde gobierna un dictador y carecen los derechos humanos.

 

LA LETRA

La Letra representa las imágenes y los símbolos que constituyen la Palabra (La Letra de molde: sublime, fiel, verdadera, incorruptible). La Letra no se halla exclusivamente en la Biblia, podemos adquirirla en la literatura, en los sueños, en «las ideas que se nos ocurren», en las voces de la experiencia y la madurez; cuando nos abrimos a la posibilidad de aprender, hacer el bien, y crear algo bueno; cuando pasamos tiempo con el Espíritu Santo que vive en nosotros. 

 

¿De qué se trata cruz y letra?

Utilizamos esta plataforma para hablar la Palabra con miras al mejoramiento del ser humano. Entendemos que la vida requiere de sacrificios, de que entreguemos todo nuestro intelecto, destrezas, y empeño como ofrenda agradable a nuestro Creador, sin importar la cruz que tengamos que cargar.

 

Podemos:

  • Amar a Dios con todo nuestro ser… no importa lo que pase.

  • Comprometernos con el estudio, el aprendizaje; sacar tiempo de calidad para reflexionar, orar, pensar por nosotros mismos.

  • Perfeccionar nuestras habilidades.

  • Convertirnos conscientemente en niños de corazón, y desechar la malicia, el orgullo, la lascivia, y las nociones preconcebidas que no se conforman a la Voluntad de Dios.

  • Estar dispuestos a pelear por la virtud; hacer lo correcto simplemente porque es correcto.

  • Hablar sin hipocresía; decir la verdad, y si no conocemos la verdad sobre algo, por lo menos, ser conscientes de no mentir.

  • Ser útiles.

  • Adoptar la suma responsabilidad en todas las áreas de nuestras vidas.

  • Perdonar al prójimo, así como Dios perdona lo imperdonable en nosotros.

  • Vivir una vida plena, con salud, bienestar, y armonía.